"Santificaras Las
Fiestas.
Que increíble como Jesús
esta pendiente de nosotros. Al recordarnos este mandamiento. Que es tan simple
como la asistencia con mucha disposición y alegría a celebrar el Santo Domingo.
Domingo en el cual
descansa Dios después de haber creado nuestra casa.
Domingo donde se celebra
la última cena.
Domingo dónde se celebra
la resurrección.
Domingo del encuentro
con Dios.
Domingo de las Lecturas
Bíblicas, para aprender aun mas de los hechos.
Domingo donde se nos
prepara para la semana.
Domingo de confesión de
nuestros pecados porque somos terrenales.
Domingo de la comunión.
Domingo para dar la paz
a conocidos y desconocidos.
Es lo primero que dice Jesús cuando resucita:
"La Paz este con Ustedes".
Domingo de luz.
Domingo de perdón.
Domingo de rencuentro.
Domingo de paz.
Domingo de unión.
Domingo para pedir por
nuestros difuntos.
Domingo de cantar.
Domingo de Salmos.
Domingo de alabar.
Domingo de conexión con
Dios.
Domingo de
arrepentimiento.
Domingo de
agradecimiento.
Domingo de paz, de luz, de
amor.
Son tantas las razones y
de tal importancia que Jesús nos las recuerda y nos manda a recordarlas.
El Templo es tan sagrado
que Jesús se molesta cuando es profanado.
Hay personas que dicen
que no van a misa porque no creen en los curas.
Acaso no hay que creer es en Dios?
Acaso somos nosotros
quienes debemos juzgar?
Al Templo se entra
alabando, Perdonando y pidiendo perdón.
Quien hace el milagro es
Dios.
Quien perdona es
Dios.
Los Padres, los hijos y
los hijos de los hijos deben ir a misa. Es un llamado.
No solo de pan vive el
hombre. El alma hay que alimentarla. "
"Acuérdate del día del Sábado, para santificarlo. Trabaja seis días, y en ellos haz todas tus faenas. Pero el día séptimo es día de descanso consagrado a Yahveh tu Dios. Que nadie trabaje: ni tu, ni tus hijos, ni tus hijas, ni tus siervos, ni tus siervas, ni tus animales, ni los forasteros que viven en tu país". Éxodo 20, 8.
"Acuérdate del día del Sábado, para santificarlo. Trabaja seis días, y en ellos haz todas tus faenas. Pero el día séptimo es día de descanso consagrado a Yahveh tu Dios. Que nadie trabaje: ni tu, ni tus hijos, ni tus hijas, ni tus siervos, ni tus siervas, ni tus animales, ni los forasteros que viven en tu país". Éxodo 20, 8.