"Entonces dijo Jesús a sus discípulos:
"El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me
siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, pero el que sacrifique su
vida por causa mía, la hallara. De que le serviría a uno ganar el mundo entero
si se destruye a sí mismo?.
Que dará para rescatarse a sí mismo?." Palabras de Jesús en Evangelio de Mateo 16, 24.
Que dará para rescatarse a sí mismo?." Palabras de Jesús en Evangelio de Mateo 16, 24.
"Estén despiertos y recen
para que no caigan en la tentación. El espíritu es animoso, pero la carne es débil".
Palabras de Jesús en Evangelio de Mateo 26, 41.
"Nuestra vocación, hermanos,
es la libertad. No hablo de esa libertad que encubre los deseos de la carne,
sino el amor por el que nos hacemos esclavos unos de otros. Pues la ley entera
se resume en una frase: “Amaras al prójimo
como a ti mismo”. Pero si se muerden y se devoran unos a otros, cuidado, que
llegaran a perderse todos.
Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne. Pues los deseos de la carne se oponen al espíritu y los deseos del espíritu se oponen a la carne. Los dos se contraponen, de suerte que ustedes no pueden obrar como quisieran. Si se dejan guiar por el Espíritu ya no están sometidos a la Ley.
Es fácil reconocer lo que proviene de la carne: fornicación, impurezas, y desvergüenzas; culto de los ídolos y hechicería; odios, ira y violencia; celos, furores, ambiciones, adicciones, sectarismos y envidias; borracheras, orgias y cosas semejantes. Les he dicho y se lo repito: los que hacen tales cosas no heredaran el Reino de Dios.
En cambio, el fruto del Espiritu, es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de si mismo. Estas son cosas que no condena alguna Ley.
Los que pertenecen a Cristo Jesus ,han crucificado la carne con sus impulsos y deseos. Si ahora vivimos según el espíritu, dejémonos guiar por el Espiritu; depongamos toda vanagloria, dejemos de querer ser mas que los demás y de ser celosos." Gálatas 5, 13.
Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne. Pues los deseos de la carne se oponen al espíritu y los deseos del espíritu se oponen a la carne. Los dos se contraponen, de suerte que ustedes no pueden obrar como quisieran. Si se dejan guiar por el Espíritu ya no están sometidos a la Ley.
Es fácil reconocer lo que proviene de la carne: fornicación, impurezas, y desvergüenzas; culto de los ídolos y hechicería; odios, ira y violencia; celos, furores, ambiciones, adicciones, sectarismos y envidias; borracheras, orgias y cosas semejantes. Les he dicho y se lo repito: los que hacen tales cosas no heredaran el Reino de Dios.
En cambio, el fruto del Espiritu, es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de si mismo. Estas son cosas que no condena alguna Ley.
Los que pertenecen a Cristo Jesus ,han crucificado la carne con sus impulsos y deseos. Si ahora vivimos según el espíritu, dejémonos guiar por el Espiritu; depongamos toda vanagloria, dejemos de querer ser mas que los demás y de ser celosos." Gálatas 5, 13.