"No codiciaras bienes ajenos.
Quien codicia bienes
ajenos no respeta este mandamiento, hace que su consecuencia sea indebida.
Es el paso previo al
robo, invasión, expropiación indebida y ruptura de relaciones.
Hay personas que se
dedican a ver quién está en equilibrio físico y espiritual para arrebatarle sus
pertenencias.
Con nuestros bienes
debemos ser humildes y no alardear de eso porque sucede que no todos tienen
bienes y quieren tener, a como dé lugar. Hay algunos que mientras más tienen más
quieren, porque se hacen vicioso de la pertenencia.
A medida que las
naciones crecen en población, tecnología y tenencia de bienes, esto se
incrementa, si y solo si no hay valores en sus habitantes.
Hablamos del
oro como un mineral de alta pureza y de difícil hallazgo, esto
lo hace de alto valor
para que lo codicien.
Las relaciones
familiares, de pareja, de buenas amistades, de nuestra relación con Dios, hay
quienes la codician y pretenden destruir. Porque son personas que tampoco han
tenido esos bienes y disfrutan con tratar de acabar con las buenas relaciones.
El valor siempre ha sido
perseguido por la codicia. Porque todo lo que vale cuesta y nos encontramos con
algunos que codician estos bienes.
El bien hay que
protegerlo y eso se logra resguardando al valor.
El valor material se
resguarda con seguridad.
El valor de relaciones
familiares, de pareja se resguarda con honestidad, amor y comunicación.
El valor de nuestra
relación con Dios se resguarda con amor, oración y fe.
Son tiempos para valorar
todo lo que tenemos, porque en tiempos de guerra, donde todo escasea, todo lo
que vale es oro para quien codicia.
Debemos tener cautela
con quien se nos acerca y nuestros nuevos círculos de amistades, porque la
codicia pudiera estar cerca.
A la juventud hay que
criarla con mucho amor humildad y respeto. Con abundancia de lo que se tenga
para que crezcan sanos y sin codicias en su vida.
Enseñarles que todo
tiene valor y lo importante que es.
Todo lo adquirido
material ,ha sido por nuestro día a día laboral.
Todo lo adquirido
espiritual, ha sido por nuestra entrega
espiritual.
Se cierra, este último
mandamiento, con 3 instancias de la vida de Moisés.
Nacimiento.
Comunicación con Dios.
Obediencia a su mandato.
Seamos sencillos,
humildes y siempre con La Santísima Trinidad."