"Bendito sea el Señor Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Ahora sale triunfante nuestra salvación
en la casa de David su siervo,
como lo había dicho desde tiempos antiguos
por boca de sus Santos Profetas:
que nos salvaría de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
que nos mostraría el amor que tiene a nuestros padres
y como recuerda su santa alianza.
Pues juro a nuestro padre Abraham
que nos libraría de nuestros enemigos
para que lo sirvamos sin temor, juntos y santos,
todos los días de nuestra vida.
Y tu niño serás llamado Profeta del Altísimo
porque iras delante del Señor para prepararle sus caminos,
para decir a su pueblo lo que sera su salvación.
pues van a recibir el perdón de sus pecados,
obra de la misericordia de nuestro Dios,
cuando venga de lo alto para visitarnos
cual sol naciente,
iluminando a los que viven en tinieblas,
sentados en la sombra de la muerte,
y guiar nuestros pasos por un sendero de Paz."
Lucas 1, 68-79