"Ahora es tu turno, párate y léelo: "El Cantar de los Cantares",
a todos los presentes en el salon, de allí de los 70." 08-06-2017.
"El Cantar de los Cantares es parecido a la Ley; EL solo podría guiar a la humanidad" o "Por culpa de los pecados de los hombres, la presencia de Dios se había ido alejando del mundo, pero con el Cantar de los Cantares ha vuelto a la Tierra". La Biblia Ilustrada. Antiguo Testamento, Libros Sapienciales II.
“La Biblia griega, comúnmente llamada Biblia Septuaginta o Biblia de los Setenta
“La Biblia griega, comúnmente llamada Biblia Septuaginta o Biblia de los Setenta
(ἡ
μετάφρασις τῶν ἑβδομήκοντα),
y generalmente abreviada simplemente LXX, es una traducción en griego koiné de
textos hebreos y arameos más antiguos que las posteriores series de ediciones
que siglos más tarde fueron asentadas en la forma actual del texto
hebreo-arameo del Tanaj o Biblia hebrea. Representa una síntesis en que se
subraya el monoteísmo judío e israelita, así como el carácter universalista de
su ética.1
La
Biblia Septuaginta fue el texto utilizado por las comunidades judías de todo el
mundo antiguo más allá de Judea, y luego por la iglesia cristiana primitiva, de
habla y cultura griegas.2 De hecho, la partición, la clasificación, el orden y
los nombres de los libros del Antiguo Testamento de las Biblias cristianas
(cristianas ortodoxas en Oriente, católicas y protestantes en Occidente) no
viene del Tanaj o Biblia hebrea, sino que proviene de los códices judíos y
cristianos de la Septuaginta.
El
nombre de Septuaginta se debe a que solía redondearse a 70 el número total de
sus 72 presuntos traductores.
Según la
misma leyenda, la comparación del trabajo de todos reveló que los sabios habían
coincidido en su trabajo de forma milagrosa.” https://es.wikipedia.org/wiki/Septuaginta
Cantares 1 La esposa
y las hijas de Jerusalén
“1. Cantar de los cantares; el que es de Salomón.
2. «Béseme con los besos de su boca» —Pues
buenos son tus pechos(a) sobre el vino; y el olor de tus ungüentos (b), sobre
todos los aromas, ungüento deshecho, tu nombre(c). Por esto jovencillas (d) te
han amado,
3. atraídote; en tu pos, al olor de tus ungüentos
correremos. «Introdújome el rey en su recámara». —Nos alborozaremos y
alegraremos en ti; amaremos tus pechos sobre el vino; la rectitud te ha amado.
4. «Negra soy y bella, hijas de Israel, cual
pabellones de Cedar, cual tapices de Salomón.
5. No reparéis en mí yo esté ennegrecida; porque
mal me paró el sol: hijos de mi madre lucharon contra mí; pusiéronme guardiana
en viñas; la viña mía no guardé (e) —
6. Anúnciame, el a quien ha amado mi alma, dónde
pastoreas; dónde sesteas al mediodía; no sea que me convierta como en lanzada
alrededor de las greyes de tus compañeros (f).
7. «Si no te conocieres, la hermosa entre
mujeres, sal tú en huellas de las greyes; y pastorea tus cabritos por los pabellones
de los pastores» (g).
8. «A mi caballería en carros de Faraón te he asemejado
(h), la allegada mía.
La
esposa y el esposo
9. ¡Cuál han florecido tus mejillas, como tórtolas
(i), tu cerviz como collares (j)!»
10. «Figuras (k) de oro te haremos con puntos de
plata».
11. Mientras el rey (l) en su recostadero (m), mi
nardo ha dado su olor(n).
12. Hacecillo del estacte mi hermano para mí; en
medio de mis pechos(o) reposará (p).
13. Racimo de la alheña, mi hermano para mí, en
viñas de Engadí (q).
14. «He aquí eres hermosa, la allegada mía; he
aquí eres hermosa: tus ojos, palomas».
15. He aquí eres hermoso, hermano mío, asimismo
florido; además nuestro reclinadero, umbrío;
16. vigas de nuestras casas, cedros; artesonados
nuestros cipreses(r).
Cantares
2
1. Yo flor de la campiña, azucena de las
hondonadas. —
2. «Como azucena en medio de espinos(a), así la
allegada mía en medio de las hijas».
3. Como manzano entre los leños de la selva, así
mi hermano en medio de los hijos. A su sombra he anhelado y sentádome, y su
fruto, dulce a mi paladar.
4. Introducidme en casa del vino (b); disponed
sobre mí el amor(c) .
5. Fortalecedme en ungüentos; llenadme en manzanas;
que herida de amor, yo.
6. Su izquierda, bajo mi cabeza, y su derecha me
abrazará».
7. «Conjurádoos he, hijas de Jerusalén, en las
virtudes y fuerzas del campo (d) — ¡si excitareis y suscitareis el amor hasta
que él quiera (e)!»
8. Voz del hermano mío, he aquí que ése llega,
saltando por sobre los montes, atravesando por las colinas.
9. Semejante es mi hermano a la corza o cervato
de ciervos (f) sobre los montes de Betel. —He aquí que ése, detrás de nuestra
pared, inclinándose a las ventanas, asomándose a las celosías.
10. Responde mi hermano y díceme: «Levántate,
ven, la allegada mía, hermosa mía, paloma mía.
11. Pues he aquí el invierno ha pasado, la lluvia
partido, ídose;
12. las flores aparecido en la tierra; tiempo de
la poda, llegado; voz de la tórtola oídose en nuestra tierra;
13. la higuera producido sus brotes (g); las
vides florecen; han dado olor. Levántate, ven, la allegada mía, hermosa mía,
paloma mía. Y ven,
14. tú, paloma mía, al abrigo de la peña, junto
al antemural; muéstrame tu rostro, y hazme oír tu voz; que tu voz, dulce, y tu
rostro, florido».
15. Cogednos las raposas pequeñas que aniquilan viñas
(h); y nuestras vides florecen.
16. Mi hermano, para mí, y yo, para él, el que
pastorea entre los lirios;
17. hasta que aliente el día, y se remuevan las
sombras. Retorna, aseméjate, tú hermano, a la corza o cervato de ciervos sobre
montes de hondonadas.
Cantares
3 El ensueño de la esposa
1. En mi lecho en las noches, he buscado al a
quien amó mi alma; busquéle, y no le hallé; llaméle, y no escuchó.
2. Me levantaré ya, y correré a través de la
ciudad, de las plazas y de las calles, y buscaré al a quien amó mi alma; le
busqué y no le hallé.
3. Halláronme los guardadores, los que corren al
través de la ciudad: « ¿Acaso el a quien ama mi alma, habéis visto?».
4. ¡Cuán poco que pasé de ellos, hasta que hallé
al a quien ama mi alma! Retúvele y no le dejé, hasta introducirle en casa de mi
madre y a la recámara de la que me concibió—.
5. Conjurádoos he, hijas de Jerusalén en las
virtudes y fuerzas del campo si excitareis y suscitareis el amor hasta que él
quiera—.
El
cortejo de bodas
6. « ¿Quién es ésta que asciende del desierto(a),
cual columna de humo encendida en mirra, olívano de todos polvos de
ungüentario?
7. He aquí el lecho de Salomón: sesenta poderosos
en torno de él, de los poderosos de Israel;
8. todos empuñando espada, enseñados a guerra; varón
(b) —su espada sobre su muslo, por el espanto, en las noches.
9. Litera hízose el rey Salomón, de leños del
Líbano:
10. sus columnas hizo la plata; su recostadero,
áureo; de su gradería púrpura; su interior de pedrería(c) cuajado: amor de las
hijas de Jerusalén (d).
11. Hijas de Sión, salid y reparad en el rey
Salomón, en la corona con que le coronó su madre en día de los desposorios de
él, y en día de alegría del corazón de él.»
Cantares
4 El esposo alaba a la esposa
1. «He aquí eres hermosa la allegada mía, he
aquí eres hermosa. Tus ojos, palomas, fuera de tu callar(a). Tu cabellera (b),
cual greyes de las cabras, que se están asomando desde Galaad.
2. Tus dientes, cual greyes de las
trasquiladas(c), que han ascendido del lavadero (d); que todas gemelizantes, y
estéril no hay en ellas.
3. Como cuerda, la purpúrea, tus labios; y tu
habla graciosa; como corteza de granada, tu mejilla, fuera de tu callar.
4. Como torre de David, tu cuello, la edificada
con almenas; mil escudos penden de ella; todos dardos de los poderosos (e).
5. Tus dos pechos, como dos crías mellizas de
corza, las que pacen entre lirios (f).
6. Hasta que aliente el día y se retiren las
sombras, me iré al monte de la mirra y a la colina del Líbano (g).
7. Toda hermosa eres, la allegada mía, y mancha
no hay en ti.
8. Ven del Líbano, esposa, ven del Líbano (h);
pasarás y traspasarás del principado de fe (i); de la cabeza del Sanir y
Hermón; de madrigueras de leones, de montes de leopardos.
9. Herístenos el corazón, hermana mía, esposa;
herístenos el corazón, con uno de tus ojos (j), en una (k); en ornato de tu
cuello.
10. ¡Cuánto se han hermoseado tus pechos, hermana
mía, esposa! cuánto se han hermoseado tus pechos por el vino (l); y el olor de
tus vestiduras sobre todos los aromas (m)!
11. Panal destilan tus labios, esposa; miel y
leche bajo tu lengua; y el olor de tus vestiduras, como olor del Líbano.
12. Huerto cerrado, mi hermana, esposa; huerto
cerrado, fuente sellada;
13. tus efluvios, vergel de granados, con fruta
de frutales;
14. alheñas con nardos; nardo y azafrán, cálamo y
cinamomo con todos los leños del Líbano; mirra y áloe, con todos los primeros
ungüentos;
15. fontana de vergel y pozo de agua viviente y sonando
del Líbano abajo(n) ».
16. «Levántate, aquilón; y ven austro y alienta a
través de mi huerto, y fluyan mis aromas. Descienda mi hermano a su huerto, y
coma la fruta de sus frutales.»
Cantares
5
1. «Entré en el huerto, hermana mía, esposa;
recolecté mi mirra con mis aromas. Comí mi pan con mi miel; bebí mi vino con mi
leche; comed, parientes, y bebed y embriagáos (a), hermanos (b) ».
El
tormento de la separación
2. «Yo duermo y mi corazón vela; voz de mi
hermano; golpea a la puerta; «Ábreme, hermana mía, la allegada mía, paloma mía,
perfecta mía; que mi cabeza se ha llenado de rocío, y mis crenchas, de gotas de
la noche(c) ».
3. Heme desvestido mi túnica, ¿cómo me la
vestiré? Heme lavado mis pies; ¿cómo los mancharé?
4. Mi hermano ha metido su mano por la ventana;
y mi vientre se estremeció sobre él.
5. Levantéme a abrir a mi hermano; mis manos
destilaron mirra; mis dedos, mirra llena sobre las manos del cerrojo (d).
6. Abrí yo a mi hermano; mi hermano pasó; mi
alma salió (e) en su palabra; le busqué, y no le hallé; le llamé y no me
obedeció.
7. Halláronme los guardas, los que rondan en la
ciudad; percutiéronme, hiriéronme; quitaron mi cendal de mí los guardas de los
muros.
8. «Conjurádoos os he, hijas de Jerusalén, en
las virtudes y en las fuerzas del campo —si hallareis a mi hermano ¿qué le
anunciaréis? que herida de amor, yo»—.
La
esposa alaba al esposo
9. ¿Qué, tu hermano de hermano (f), la hermosa
entre mujeres? qué, tu hermano de hermano, que así nos has conjurado?
10. «Mi hermano, albo y rosado, elegido entre
miríadas.
11. Su cabeza, oro y solidez (g),
sus crenchas, abetos (h), negras como cuervo.
12. Sus ojos, como paloma sobre llenura de aguas bañadas
(i) en leche, sentadas sobre llenuras.
13. Sus mejillas, como tazas del aroma que
producen lo ungüentario; sus labios, lirios (j) destilando mirra llena (k).
14. Sus manos, torneadas, áureas, llenas de crisólito
(l); su vientre, redoma marfileña con piedra de zafiro.
15. Sus muslos, columnas marmóreas fundadas en
basas áureas; su figura, como el Líbano (m), elegido, como cedro(n).
16. Su garganta(o) dulzuras, y todo anhelo (p).
Este, el hermano mío y éste el allegado mío, hijas de Jerusalén».
Cantares
6 Mutuo encanto del esposo y de la esposa
1. Mi hermano ha descendido a su huerto, a las
tazas del aroma, a pastorear en huertos y recoger lirios.
2. Yo, para mi hermano, y mi hermano para mí, el
que pastorea entre los lirios(a).
3. «Hermosa eres, allegada mía, como
complacencia; graciosa como Jerusalén; asombro, como batalladoras (b).
4. Aparta tus ojos de delante de mí; pues ellos
me han volado(c). Tu cabellera como greyes de las cabras, las que han asomado a
Galaad;
5. tus dientes, como greyes de las trasquiladas,
las que han subido del lavadero; todas ellas gemelizantes; y estéril no hay
entre ellas. Como cuerda, la purpúrea, tus labios; y tu habla graciosa.
6. Como corteza de granada, tu mejilla, fuera de
tu callar.
7. Sesenta son las reinas, y ochenta, las
concubinas; y jovencillas de que no hay número;
8. una es la paloma mía, la perfecta mía; una es
para su madre; escogida es para la que la parió (d). Viéronla las hijas, y la
felicitarán; reinas, asimismo concubinas, y la loarán». —
9. ¿Cuál ésta, la que va asomando, cual si
aurora; hermosa, como luna; escogida, como el sol; asombro, como batalladoras?
10. «A huerto de nuez he descendido a ver por los
gérmenes del torrente; a ver si ha florecido la vid, han abierto las granadas;
allí te daré mis pechos (e).
11. No conoció mi alma (f): me pusieron (g)
carros de Aminadab (h) .»
12. Vuelve, vuelve, la Sulamita; vuelve, vuelve,
y te contemplaremos.
Cantares
7
1. « ¿Qué veréis en la Sulamita(a)? la que
viene, cual coros de campamentos (b) . —Hermoseádose han tus pasos en tus
sandalias, hija de príncipe; los movimientos de tus muslos, semejante a
collares, obra de artífice.
2. Tu ombligo, taza torneada, no falta de
misto(c); tu vientre, acervo de trigo, cercado entre azucenas.
3. Tus dos pechos como dos cervatos mellizos de
corza;
4. tu cuello, como torre marfileña; tus ojos
como lagunas en Esebón, en puertas de hija (d) de muchedumbre (e). Tu nariz
como torre del Líbano mirando a faz de Damasco.
5. Tu cabeza sobre ti, como el Carmelo, y el
tocado de tu cabeza, como púrpura: un rey ceñido en pliegues.
6. ¡Cómo te has hermoseado y cómo suavizádote,
amor, en tus delicias!
7. Esta, tu grandeza: te has asemejado a la
palmera; y tus pechos a los racimos.
8. Dije: «Subiré a la palmera; me apoderaré de
sus alturas; y serán ya tus pechos, como racimos de vid, y el olor de tu nariz
como pomas;
9. y tu garganta, como vino el bueno. —«Que va a
mi hermano en derechura, que basta a mis labios y dientes (f).
10. Yo para mi hermano, y a mí su inclinación.
11. Ven, hermano mío; salgamos al campo;
reposemos en aldeas;
12. madruguemos en las viñas; veamos si ha
florecido la vid, florecido el olivo y florecido los granados, allí te daré mis
pechos.
13. Las mandrágoras han dado olor; y, a las
puertas nuestras, toda fruta nueva con vieja, hermano mío, he guardado para
ti.»
Cantares
8
1. « ¿Quién diera que tú, hermano mío, mamaras
los pechos de mi madre(a)? Hallándote fuera, te besara; y por cierto no me aniquilarán
(b).
2. Te tomaré, te introduciré en casa de mi
madre, y en lo recóndito de la que me concibió; te daré a beber del vino, el
aromado, de la fontana de mis granados.
3. Su izquierda, bajo mi cabeza, y su derecha me
abrazará»—.
4. Conjurádoos he, hijas de Jerusalén en las
virtudes y en las fuerzas del campo si excitareis y si suscitareis el amor(c),
hasta que quisiere.
El poder
del amor
5. ¿Quién ésta, que asciende emblanquecida,
reclinada en su hermano?
6. «Bajo manzano (d) te he despertado (e): allí
angustiosa te tuvo tu madre; allí angustiosa te tuvo la que te parió (f).
7. Ponme como sello sobre tu corazón; como sello
sobre tu brazo (g); que fuerte, como muerte, el amor; duros como los infiernos
los celos; el chisporroteo de fuego, las llamas de él; agua mucha no podrá
apagar el amor, y ríos no lo inundarán. Si diere el varón toda su vida (h) en (i)
el amor, anonadando, la anonadará.
8. Nuestra hermana, pequeña, y pechos no tiene (j)
¿Qué haremos a nuestra hermana en el día en que se le hable (k) en él?
9. Si muro (l) es, edifiquemos sobre ella
almenas argénteas; y si puerta (m) es, engastemos sobre ella tabla cedrina»—.
10. «Yo, muro, y mis pechos, como torres; yo era,
en ojos de ellos(n), como la que halla paz(o).
11. Viña tuvo Salomón en Bectlamón, dio su viña a
los guardadores; un varón traerá, en fruto de ella; mil (p) de plata;
12. mi viña, la mía delante de mí: los mil para
Salomón, y los doscientos para los guardadores de su fruto (q).
13. El que habitas en huertos(r), los compañeros,
pendientes(s) de tu voz: házmela oír (t).»
14. «Huye, hermano mío, y aseméjate a la corza o
a la cría de los ciervos, sobre montes de aromas.»(u).”
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