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jueves, 6 de abril de 2017

La Creacion


“Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios,
El que Es, el que era y el que ha de venir, el dueño del Universo”.
Apocalipsis 1, 8.
“Sube aquí y te mostrare lo que va a suceder en seguida” Apocalipsis 4, 1.
Así como me lo hacen ver, así se los hago saber: todo tuvo, ha tenido y tendrá un orden, en la Creación de Dios y en sus Santas voluntades. 06/04/2017
En mi visión, veo Escrituras en cuya portada esta la imagen de Jesús; lo primero fue la Palabra, porque con la Palabra, Dios empieza a crear todo:
“En el principio era el verbo (la Palabra),
y el Verbo estaba ante Dios,
y el Verbo era Dios.
Estaba ante Dios en el principio.
Por Él ha existido todo,
y nada llego a ser sin Él.” Juan 1, 1-3.
“En verdad les digo: el que guarda mi palabra no probara la muerte jamás”. Palabras de Jesús
Me hacen subir hasta el espacio y en mi visión, veo que: tal cual lo describen las Sagradas Escrituras, en la Biblia; al comienzo todo era un abismo oscuro, apenas se veían como cirros o nubes de polvo volar.
“En el principio, cuando Dios creo los cielos y la tierra, todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el Espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas” Génesis 1, 1-2.
Continuo observando, y en lo profundo del espacio, veo una pequeña circunferencia envuelta en una luz brillante. Toda esa circunferencia estaba rodeada y protegida por un aro de intensa Luz.
Luego de la Palabra, vino la Luz:
“Dijo Dios: Haya Luz, y hubo Luz.” Génesis 1, 3.
Jesús ha existido desde el principio de todo lo creado por Dios:
“Ella era la Luz verdadera,
La luz que ilumina a todo hombre,
Y llegaba al mundo,
este mundo que se hizo por él,
este mundo que no lo recibió.
Vino a su propia casa, y los suyos no lo recibieron;
Pero a todos los que lo recibieron
Les dio capacidad para ser Hijos de Dios.
Al creer en su nombre han nacido,
No de sangre alguna, ni por ley de la carne,
Ni por voluntad de hombre,
Sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne,
Puso su tienda entre nosotros,
Y hemos visto su Gloria:
La Gloria que recibe del Padre el Hijo único;
En él todo era don amoroso y verdad.” Juan 1, 9-14.
Con detenimiento veo que, desde el espacio infinito, nos acercamos a esa pequeña esfera rodeada de la Luz, y poco a poco fuimos viendo, al Planeta Tierra. Girando una y otra vez sin cesar. Continentes, Océanos, Lagos y Ríos. Todo lo creado por Dios allí se encontraba.
En seis días creo Dios al mundo y el séptimo descanso.
“Así estuvieron terminados el cielo, la tierra y todo lo que hay en ellos. El día séptimo Dios tuvo terminada su obra, y descanso en ese día de todo lo que había hecho. Bendijo Dios el Séptimo día y lo hizo santo, porque ese día descanso de sus trabajos después de toda esta creación que había hecho”. Génesis 2, 1-3.
“Del trono salen relámpagos, voces y truenos. Ante el trono arden siete antorchas, que son los siete Espíritus de Dios” Apocalipsis 4, 5.
“Vuelvan a ti, Señor y Dios nuestro, la gloria, el honor y el poder, pues tú lo mereces.
Tu creaste todas las cosas y por tu voluntad existen y fueron creadas” Apocalipsis 4, 11.
Jesús nos deja dicho, en siete Cartas, en el Libro del Apocalipsis, que: no podemos perder el amor del principio, que debemos arrepentirnos, recuperarnos, que debemos soportar las pruebas, que debemos alejarnos de la prostitución, la idolatría, la adoración a los ídolos, que despertemos y nos animemos, y animemos a lo que aún no ha muerto, que pongamos en práctica todo lo dado, que soportemos la prueba que vendrá al mundo, que nos dejemos de tibiezas, que nos convirtamos.
Jesús nos dice que de vencer y resistir, los premios serán grandes: comeremos del Árbol de la Vida, nos ganaremos la Corona de la Vida, que no temeremos de la segunda muerte, que nos dará Mana misterioso y una piedra blanca con un único Nombre que nadie tiene, que tendremos poder sobre las naciones, que nos dará la Estrella de la Mañana, que nos vestirán de blanco y nuestros nombres se encontraran en el Libro de la Vida, que seremos columnas del Templo de Dios, que conoceremos los tres Nombres: el de Dios, el de la nueva Jerusalén y el nuevo nombre de Jesús y que nos sentaremos a la mesa a comer con EL.
“Escucha el significado de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los Ángeles de las siete Iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias”. 

Apocalipsis 1, 20.