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lunes, 13 de febrero de 2017

El cumplimiento de la Ley de Dios


"Es de carácter Universal la Ley y Su cumplimiento. Toda sociedad está amparada por los Mandamientos.
Los Mandamientos se escribieron y divulgaron en función de Su conocimiento y cumplimiento.
Conocer la Ley y no cumplirla, tiene su grave consecuencia.
Oremos por aquellos que no conocen La Ley y por desconocimiento no la aplican.
Ya hay un sentido común, que hace que sepamos reconocer aquello que es malo y lo que es bueno.
Serían muy malos padres o custodios, aquellos que dañan o pervierten a los descendientes; bien sean, propios o de otros.
"La juventud no asistida es una juventud perdida". Esto porque hay quienes se aprovechan de aquellos más jóvenes e inocentes para pervertirlos.
Pecado gravísimo, ante los Ojos de Dios, aquel que pervierta a la juventud y haga que esas espigas, del fruto naciente, se pierdan y no den su debida cosecha.
Seamos celosos con nuestros hijos y cuidémoslos, protejámoslos y valorémoslos, de estos sitios que proliferan en sociedad. Espacios oscuros con cuartos muy, muy oscuros, donde se presta para la prostitución, alcoholismo y  drogadicción. Generando así,  una muerte segura de cuerpo y alma. El mal trata de dañar a todos, grandes y chicos, generando espacios oscuros para su perdición.
"Hay que saber decir: "No" para no sucumbir ante la tentación, y decir: "SI" para prontamente salir de los espacios oscuros, de manera ilesa. Y así, cuando llegue El Nuevo Amanecer, estemos libres de pecado y lleguemos con cabeza erguida y sin culpas, a quienes nos esperan.
En la crucifixión de Jesús:
"Le daban vino mezclado con mirra pero Él no lo aceptó". Evangelio según Marcos 15, 23.
"Él hizo al hombre desde el principio, y lo dejó en manos de su deliberación. Si quieres, guardarás los Mandamientos; cumplirás fielmente Su voluntad.
Puso ante ti, fuego y agua; allá donde quieras, extenderás tú mano.
Ante el hombre está la vida y la muerte; lo que él elija se le dará. Porque grande es la sabiduría del Señor. Es fuerte en poder y todo lo ve. Están Sus ojos sobre los que le temen; conoce todas las obras del hombre. A nadie mandó ser impío; a nadie dio permiso para pecar." Eclesiástico 15, 14.

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