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sábado, 29 de abril de 2017

Apacienta mis ovejas



“La tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos, luego de haber resucitado, habló con Pedro y le dijo:

-Simón hijo de Juan, ¿me quieres más que éstos? Él le responde: -Sí, Señor, tú sabes que te quiero.  Jesús le dice: -Apacienta mis corderos. Le pregunta por segunda vez: -Simón hijo de Juan, ¿me quieres? Él le responde: Sí, Señor, tú sabes que te quiero.  Jesús le dice: -Apacienta mis ovejas. Por tercera vez le pregunta: -Simón hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le dijo: -Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero. Jesús le dice: -Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro, cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías; cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te atará y te llevará a donde no quieras." (Juan 21, 15-18)

Los inocentes son apartados de aquel grupo de personas.
Estamos en una cueva únicamente iluminada por Tu luz.
Tú, Grande entre todos, que nos has hablado y
nos has preguntado si te amos, te hemos dicho que sí.
Indicas que paciencia hay que tener para calmar.
Tú, Grande entre todos, te arrodillas en la tierra para llegar a nosotros,
la cueva se te hace muy pequeña.
Veo tus pies, calzado sencillo, ropa blanca como la nieve.

Recoges conmigo las ramitas de trigo,
comparto contigo lo que he recogido.
Organizas todo y luego haces el árbol de la vida
que está formado por el producto de la siega de trigo, como has dicho:
"Dichosos los que lavan sus vestidos,
porque tendrán a su disposición el árbol de la vida y
 entrarán por las puertas en la ciudad." (Apocalipsis, 22)

Haces el árbol en el techo de la cueva con tanta paciencia,
no se viene abajo porque, ¿quién piensa que para Dios las cosas no son posibles?
Los inocentes, aunque asombrados, saben que para Él nada es imposible.
Tu voz es tan apacible, me has dejado tanta paz, nada logró turbarme aquel día.
Soy testigo fiel de Tu luz, Tu grandeza, Tu blanco nieve, Tu humildad, Tu compañía,
Tus milagros, Tu perdón, Tu amor.


jueves, 6 de abril de 2017

La Creacion


“Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios,
El que Es, el que era y el que ha de venir, el dueño del Universo”.
Apocalipsis 1, 8.
“Sube aquí y te mostrare lo que va a suceder en seguida” Apocalipsis 4, 1.
Así como me lo hacen ver, así se los hago saber: todo tuvo, ha tenido y tendrá un orden, en la Creación de Dios y en sus Santas voluntades. 06/04/2017
En mi visión, veo Escrituras en cuya portada esta la imagen de Jesús; lo primero fue la Palabra, porque con la Palabra, Dios empieza a crear todo:
“En el principio era el verbo (la Palabra),
y el Verbo estaba ante Dios,
y el Verbo era Dios.
Estaba ante Dios en el principio.
Por Él ha existido todo,
y nada llego a ser sin Él.” Juan 1, 1-3.
“En verdad les digo: el que guarda mi palabra no probara la muerte jamás”. Palabras de Jesús
Me hacen subir hasta el espacio y en mi visión, veo que: tal cual lo describen las Sagradas Escrituras, en la Biblia; al comienzo todo era un abismo oscuro, apenas se veían como cirros o nubes de polvo volar.
“En el principio, cuando Dios creo los cielos y la tierra, todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el Espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas” Génesis 1, 1-2.
Continuo observando, y en lo profundo del espacio, veo una pequeña circunferencia envuelta en una luz brillante. Toda esa circunferencia estaba rodeada y protegida por un aro de intensa Luz.
Luego de la Palabra, vino la Luz:
“Dijo Dios: Haya Luz, y hubo Luz.” Génesis 1, 3.
Jesús ha existido desde el principio de todo lo creado por Dios:
“Ella era la Luz verdadera,
La luz que ilumina a todo hombre,
Y llegaba al mundo,
este mundo que se hizo por él,
este mundo que no lo recibió.
Vino a su propia casa, y los suyos no lo recibieron;
Pero a todos los que lo recibieron
Les dio capacidad para ser Hijos de Dios.
Al creer en su nombre han nacido,
No de sangre alguna, ni por ley de la carne,
Ni por voluntad de hombre,
Sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne,
Puso su tienda entre nosotros,
Y hemos visto su Gloria:
La Gloria que recibe del Padre el Hijo único;
En él todo era don amoroso y verdad.” Juan 1, 9-14.
Con detenimiento veo que, desde el espacio infinito, nos acercamos a esa pequeña esfera rodeada de la Luz, y poco a poco fuimos viendo, al Planeta Tierra. Girando una y otra vez sin cesar. Continentes, Océanos, Lagos y Ríos. Todo lo creado por Dios allí se encontraba.
En seis días creo Dios al mundo y el séptimo descanso.
“Así estuvieron terminados el cielo, la tierra y todo lo que hay en ellos. El día séptimo Dios tuvo terminada su obra, y descanso en ese día de todo lo que había hecho. Bendijo Dios el Séptimo día y lo hizo santo, porque ese día descanso de sus trabajos después de toda esta creación que había hecho”. Génesis 2, 1-3.
“Del trono salen relámpagos, voces y truenos. Ante el trono arden siete antorchas, que son los siete Espíritus de Dios” Apocalipsis 4, 5.
“Vuelvan a ti, Señor y Dios nuestro, la gloria, el honor y el poder, pues tú lo mereces.
Tu creaste todas las cosas y por tu voluntad existen y fueron creadas” Apocalipsis 4, 11.
Jesús nos deja dicho, en siete Cartas, en el Libro del Apocalipsis, que: no podemos perder el amor del principio, que debemos arrepentirnos, recuperarnos, que debemos soportar las pruebas, que debemos alejarnos de la prostitución, la idolatría, la adoración a los ídolos, que despertemos y nos animemos, y animemos a lo que aún no ha muerto, que pongamos en práctica todo lo dado, que soportemos la prueba que vendrá al mundo, que nos dejemos de tibiezas, que nos convirtamos.
Jesús nos dice que de vencer y resistir, los premios serán grandes: comeremos del Árbol de la Vida, nos ganaremos la Corona de la Vida, que no temeremos de la segunda muerte, que nos dará Mana misterioso y una piedra blanca con un único Nombre que nadie tiene, que tendremos poder sobre las naciones, que nos dará la Estrella de la Mañana, que nos vestirán de blanco y nuestros nombres se encontraran en el Libro de la Vida, que seremos columnas del Templo de Dios, que conoceremos los tres Nombres: el de Dios, el de la nueva Jerusalén y el nuevo nombre de Jesús y que nos sentaremos a la mesa a comer con EL.
“Escucha el significado de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los Ángeles de las siete Iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias”. 

Apocalipsis 1, 20.

lunes, 3 de abril de 2017

El Fiel Testigo da Honor y Gloria a Dios


“Así deberán expresarse, al referirse a las voluntades de Dios, sobre alguno de nosotros, en cuanto a cualquiera de las bondades que hemos recibido de EL: “Yo soy un fiel testigo de la existencia de Dios y de su Hijo Jesús. Yo soy un testigo fiel, por habernos concedido todo lo pedido. Gracias. Amen.” 02/04/2017
Así nosotros como familia, somos fieles testigos, de sus Santas voluntades dadas a todos nosotros; las cuales van a ser expresadas los días de Semana Santa. Para dar Honor y Gloria a Él.
En el transcurso de la historia de la humanidad, podemos encontrar estos tipos de testimonios, los cuales son extractos de las Santas Escrituras, la cuales dan Honor y Gloria a Él:
“Bendito sea Yahveh, Dios de mi Señor Abraham, que no ha negado su misericordia y su fidelidad a mi señor y que me ha guiado en el camino a la casa de los hermanos de mi señor” Génesis 24, 27.
“Él es Roca; sus obras son perfectas, y justos todos sus caminos, es Dios de lealtad y no, de iniquidad; es justo y recto”. Deuteronomio 32, 4.
“En tus manos confío yo mi vida, tu eres mi rescate, Señor, Dios de Verdad”. Salmo 31, 6.
“Mirad que os lo he dicho de antemano”. Mateo 24, 25. 
“El que es fiel en lo poco, también lo es en lo mucho; y el que es injusto en lo poco, también lo es en lo mucho”. Lucas 16, 10.
“¿Pues qué importa que algunos no fueran fieles? ¿Acaso su infidelidad anulara la fidelidad de Dios? Romanos 3, 3.
“Fiel es Dios que os ha llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro”. 1Corintieos 1-9.
“No habéis afrontado ninguna tentación superior a la capacidad humana. Dios es fiel y no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas; por el contrario, junto con la tentación, os proporcionara también el feliz resultado de poderla resistir”. 1Carta Corintios 10, 13.
“Por el contrario, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, comprensión, paciencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, autodominio. Contra tales cosas no hay ley”. Gálatas 5, 22.
“porque nuestro Evangelio no llego a vosotros solo con palabras, sino además, con poder, con el Espíritu Santo y con profunda convicción”. 1Tesalonicenses 5.
“Pero el Señor es fiel. Él os fortalecerá y os guardara del Malvado”. 2Tesalonicenses 3, 3.
“Si le somos infieles, Él sigue siendo fiel, pues no puede negarse a sí mismo”. 2Timoteo 2, 13.
“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado acerca de la Palabra de la Vida, pues la vida se ha manifestado, nosotros la hemos visto y testificamos y os anunciamos la vida eterna que estaba en el Padre y se nos manifestó-: lo que hemos visto y oído os lo anunciamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros. Pues nosotros en efecto, tenemos comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que se colme nuestro gozo”.
Este es el mensaje que de Él hemos oído y os anunciamos que Dios es luz y que en Él no hay tiniebla alguna. Si decimos que tenemos comunión con Él, pero caminamos en las tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si caminamos en la luz, como Él  está en la luz, tenemos comunión unos con otros; y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, fiel es y justo para perdonarnos los pecados y para purificarnos de toda iniquidad. Si decimos que no hemos pecado, tachamos a Dios de mentiroso y su palabra no está en nosotros”. 1Juan 1-9.




domingo, 2 de abril de 2017

En Visperas de Semana Santa


Segunda Carta a la Familia
En vísperas de Semana Santa, presentar la otra mejilla.
Ya en la anterior, les decía que debemos estar preparados para las Sagradas Fiestas de Semana Santa. Estas fiestas, han sido, son y serán Santas de generación en generación. Así lo dispuso Dios, y a Él nos debemos.
Jesús va adelante y nosotros debemos seguirlo; es el Camino, la Luz y la Vida.
“Quien tenga sed venga a mí y beba. De quien cree en mí, como ha dicho la Escritura, ríos de Agua Viva correrán de su seno.” Palabras de Jesús en Evangelio de Juan 7, 37-38.
Ellos quieren que les haga saber que estamos en vísperas de la Semana Santa y que a toda costa debemos evitar la levadura, de las que les había escrito en días previos.
El mal siempre trata de sabotear las Fiestas Santas, pero que nosotros debemos ser conscientes de que debemos retirarnos a nuestros aposentos, evitando las efervescencias.
Congregarnos en familia y celebrar, y no pelear, ni discutir, por nada, por nadie. Son días Santos.”
Si Jesús lo hizo, debemos seguir su ejemplo.
“Después de esto, andaba Jesús por Galilea. No quería andar por Judea, porque los judíos trataban de matarlo” Juan 7, 1.
Claramente me hacen saber, que si nos quieren golpear, pongamos la mejilla izquierda y luego la derecha, a nuestro agresor; que dicho sea de paso, pareciera verse más alto, más fuerte que nosotros, pero que no lo es. Sus puñetazos no lograran herirnos, “sus golpes perderán la fuerza en el aire”
“Han odio que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo: no tomen represalias contra el malvado; si alguien te pega en la mejilla derecha, preséntale también la otra, al que quiera llevarte a juicio por quitarte la túnica, déjale también el manto, si alguien te fuerza a caminar una milla, anda con el dos. Al que te pide, dale; y no esquives al que pretende pedirte un préstamo” Palabras de Jesús en Evangelio de Mateo 5, 38-42.
“Conmigo está el que me ha enviado: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que es de su agrado.” Palabras de Jesús en Evangelio de Juan 8, 29.