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martes, 14 de marzo de 2017

Las bienaventuranzas



“Quienes sufren, tienen prioridad.”

“Al ver a la multitud, subió al monte. Se sentó y se le acercaron los discípulos. Tomó la palabra y comenzó a enseñarles del siguiente modo:

Felices los pobres de corazón,
porque el reino de los cielos les pertenece.
Felices los afligidos,
porque serán consolados.
Felices los desposeídos,
porque heredarán la tierra.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.
Felices los misericordiosos,
porque serán tratados con misericordia.
Felices los limpios de corazón,
porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz,
porque se llamarán hijos de Dios.
Felices los perseguidos por causa del bien,
porque el reino de los cielos les pertenece.”
(Palabras de Jesús, Evangelio de Mateo 5:1-10)   


lunes, 13 de marzo de 2017

Agonía de Jesus en Getsemaní

Agonía de Jesús en Getsemaní
Oración de Jesús
“Padre ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que El diera vida eterna a todos los que tu le has dado. Pues esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que enviaste, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a término la obra que me habías encomendado realizar. Ahora glorifícame tu, Padre, junto a ti mismo, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiera”.
“He manifestado tu nombre a los que, sacándolos del mundo, me entregaste. Tuyos eran, pero me los diste a mí; y ellos han guardado tu palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti, pues las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han acogido, porque saben realmente que yo salí de ti y han creído que tú me has enviado. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo sino por los que mes has dado porque tuyos son. Pues todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y en ellos quedo yo glorificado. Yo no estoy ya en el mundo; pero ellos se quedan en el mundo, mientras que yo voy a ti. Padre Santo, guárdalos en tu nombre, y en ese nombre que me has dado, para que también ellos, lo mismo que nosotros sean uno. Mientras yo estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, en ese nombre que me has dado, y vele por ellos;  ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición. Y así se cumplió la Escritura. Pero ahora voy a ti; y digo estas cosas estando aun en el mundo, para que ellos tengan en sí mismos mi alegría enteramente colmada. Yo les he comunicado tu palabra; pero el mundo los odia porque no son del mundo, como tampoco lo soy yo. No te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del Maligno. No son del mundo como tampoco yo. Conságralos en la verdad, tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, también yo los voy a enviar al mundo. Y por ellos me consagro a mí mismo, para que también ellos sean consagrados en la verdad”.
“No solo por estos te ruego, sino también por los que, mediante su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno. Como tu Padre, en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, y así el mundo crea que tú me has enviado. La gloria que me has dado yo se las he dado a ellos, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser consumados en uno, y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado como tú me has amado a  mí.“
“Padre quiero que donde voy a estar, estén también conmigo los que me has dado y así contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado desde antes de la creación del mundo. Padre justo, realmente el mundo no te conoce, pero yo si te conozco; y estos han conocido que tú me has enviado. Les he revelado tu nombre, y se lo seguiré revelando, para que el amor con que me has amado este con ellos, y en ellos también yo”. Palabras de Jesús Evangelio de Juan 17, 1-26.

Palabras de Jesús, durante su Santa Agonía en Getsemaní (Mateo 26, 36-56):
  1. “Siéntense aquí, mientras yo voy a orar por allí.”
  2. “Siento tristezas de muerte; quédense aquí y velen conmigo.”
  3. “¡Padre mío: si es posible, que pase este cáliz! Pero no sea como yo quiero sino como quieras tú.”
  4. De modo que no habéis podido velar una sola hora conmigo? Velad y orad, para no ceder en la tentación; el espíritu esta dispuesto, pero la carne es débil.” 
  5. “¡Padre mío: si esto no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad!”
  6. “¡Padre mío: si esto no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad!”
  7. ¡Ya pueden dormir y descansar! Esta cerca la hora, y el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.”
  8. “Levántense, vamos; ya se acerca el que me va a entregar.
  9. Amigo, a lo que has venido”.
  10. Vuelve tu espada a su sitio; porque todos los que empuñan espada, a espada morirán. 
  11. “¿O crees tú que no puedo acudir a mi Padre, que inmediatamente me enviaría más de doce legiones de ángeles?”
  12. “¿Pero, como se cumplirían las Escrituras, de que así tiene que suceder? “.
  13. “¿Como a un ladrón han salido con espadas y palos a prenderme? Día tras día estaba yo sentado en el templo enseñando, y no me arrestaron”.
  14. Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los Profetas.
La oración en el huerto, temple sobre tabla de Andrea Mantegna (1431-1506)

viernes, 10 de marzo de 2017

Palabras y silencio de Jesus en su Santo Viacrucis


“400 personas siguieron a Jesús en su Santo Viacrucis“.


Apresado, enjuiciado, escupido, golpeado, bofeteado, negado, atado, llevado, entregado, vendido, acusado, azotado, desnudado, coronado de espinas, burlado, insultado, despreciado, igualado, condenado, lamentado por los suyos, llorado por los suyos, acompañado por los suyos, ayudado por Simón de Cirene.

  1. “Entonces dijo Jesús a la gente: << ¿Como a un ladrón habéis salido con espadas y palos a prenderme? Día tras día estaba yo sentado en el templo enseñando, y no me arrestáis, pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los Profetas>>. Mateo 26, 55.
  2. “Entonces se levantó el sumo sacerdote y le pregunto: << ¿Nada respondes? ¿Qué es lo que estos testifican contra ti? “Pero Jesús callaba”. Mateo 26, 62-63.
  3. “Y el sumo sacerdote le dijo: << Te conjuro por el Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios >>. “Jesús le responde: <<Tú lo has dicho. Y os lo aseguro: desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder y viniendo sobre las nubes del Cielo>>. Mateo 26, 63-64.
  4. “Jesús, pues, compareció ante el procurador y el procurador lo interrogo diciendo: << ¿Eres tú el rey de los judíos?. Jesús respondió: << Tu lo dices >>  Mateo 27, 11.
  5. Pero el no contesto ni una solo palabra a nada, de forma que el procurador estaba muy extrañado.” Mateo 27, 14.
  6. “Volviéndose a ellas, Jesús les dijo: << Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad, más bien, por vosotras y por vuestros hijos. Porque se acercan días en que se dirá: “¡Dichosas las estériles! ¡Bienaventurados los senos que no engendraron y los pechos que no criaron!”. Entonces se pondrán a decir a los montes: “Cubridnos”, y a los collados: “Caed sobre nosotros”. Porque si esto hacen en el leño verde, ¿que no se hará en el seco? “>> Lucas 23, 28.
  7. El sumo sacerdote interrogo a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le respondió: << Yo he hablado públicamente a la vista de todo el mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada en la clandestinidad. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregúntales a los que me han oído, a ver de qué les hable; ellos saben bien lo que yo dije>>. Juan 18, 19-23.
  8. Al decir esto Jesús, uno de los guardias que allí había le dio una bofetada, diciéndole: << ¿Así respondes al sumo sacerdote? >>. Jesús le contesto: << Si he hablado mal, dime en que, y si he hablado bien, ¿por qué me pegas? >>. Juan 18, 22-23.
  9. “Entro, pues, Pilato nuevamente en el pretorio, llamo a Jesús y le dijo: << ¿Eres tú el rey de los judíos? >>. Jesús le respondió: << ¿Eso lo dices tú por tú cuenta o te lo han dicho otros de mí? >>. Juan 18, 33-34.
  10. “Respondió Jesús: <<Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi escolta habría luchado para que no fuera yo entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí>>. Entonces le dijo Pilato: << ¿Conque tú eres rey? >>. Respondió Jesús: <<Si soy Rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz>>. Juan 18, 37.
  11. “Y entrando otra vez en el pretorio, le dice a Jesús: << ¿De dónde eres tú? >>. Pero Jesús no le dio respuesta alguna. Juan 18, 9.
  12. “Dícele entonces Pilato: << ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y que tengo autoridad para crucificarte? >>. Respondió Jesús: <<Ninguna autoridad tendrías sobre mí, sino te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado>>. Juan 19, 9-11.