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"Ustedes, pues, recen así: "Padre nuestro, que estas en el Cielo, santificado sea Tu Nombre, venga Tu Reino, hágase Tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo. Danos hoy el Pan que nos corresponde; y perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del maligno". Amen. Palabras de Jesus en Evangelio de Mateo 6, 9.
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jueves, 16 de noviembre de 2017
Jet
miércoles, 15 de noviembre de 2017
Zain
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Salmo 9, 1-13. | |
“Yo te alabo, Señor, con todo el corazón, | Alef |
Refiriendo tus numerosas maravillas. | |
En ti gozo y exulto | |
Y canto salmos a tu Nombre, Altísimo. | |
Cuando mis enemigos retroceden, | Bet |
Tropiezan y perecen ante tu presencia, | |
Pues tú llevas mi causa y mi litigio, | |
Sentado en tu tribunal de justo juez. | |
“Tu repruebas a los pueblos, extirpas al impío | Guimel |
Y borras sus nombres para siempre: | |
Perece el enemigo en ruina sempiterna, | |
Arrasas sus ciudades, se pierde su recuerdo. | |
Pero el Señor se sienta para siempre, | He |
Apresta el tribunal para el juicio. | |
Gobierna el orbe con justicia | |
Y juzga las naciones rectamente. | |
El Señor es el torreón del oprimido, | Vau |
Su refugio en los momentos del aprieto. | |
En ti esperan los que saben de tu Nombre, | |
Pues tú no abandonas, Señor, al que te busca. | |
Celebrad al Señor que mora en Sion, | Zain |
Proclamad entre las gentes sus acciones. | |
El recuerda el delito y pide cuentas, | |
Y no olvida el clamor del afligido.” | |
Salmo 33, 1-7. | |
“Bendeciré al Señor en todo tiempo, | Alef |
Sus alabanzas siempre en mi boca. | |
Mi alma se gloria en el Señor | Bet |
Y, al oírlo, se alegran los humildes. | |
Alabad conmigo al Señor, | Guimel |
Ensalcemos al unísono su Nombre. | |
Cuando busco al Señor, Él me responde | Dalet |
Y me libra de todos mis terrores. | |
Poned en Él los ojos, estad radiantes | He |
Y no tengáis los rostros abatidos. | |
Cuando el pobre lo invoca, Él lo escucha | Zain |
Y lo libra de todos sus aprietos.” | |
Salmo 36, 1-13. | |
“No te enojes por causa del impío | Alef |
Ni envidies al autor de iniquidad, | |
Pues presto como el heno languidecen | |
Como la hierba verde se marchitan. | |
Confía en el Señor y obra bien: | Bet |
Moraras en el país | |
Y de tu fidelidad tendrás contento. | |
Deja al Señor tus suertes, | Guimel |
Y abandónate a Él, que Él obrara. | |
Él pondrá en plena luz tu causa justa | Dalet |
Y en claror de mediodía, tus derechos. | |
Apacigua tu ira y no te enfades | He |
Ni te enojes, quizá para hacer mal. | |
Serán abatidos los malvados | |
Y el que espera en el Señor tendrá al país. | |
Un poco, y el impío ya no existe; | Vau |
Si oteas sus parajes, ya no está. | |
Los humildes, en cambio, heredan el país | |
Y gozan de todo bien. | |
Maquinan los impíos contra el justo | Zain |
Y rechinan sus dientes contra él, | |
Pero el Señor se ríe ante sus cuentas, | |
Viendo llegar su día.” | |
Salmo 110, 4. | |
“Aleluya. | |
Alabare al Señor con todo el corazón, | Alef |
En el consejo de los justos | Bet |
Y en la plena asamblea. | |
Grandiosas son las obras del Señor, | Guimel |
Meditadas por todos | Dalet |
Cuantos tienen en ella sus contentos. | |
Su obrar es majestuoso y esplendente, | He |
Su justicia permanece por los siglos: | Vau |
Él hizo memorable sus portentos. ” | Zain |
Salmo 111,4. | |
“Aleluya. | |
Dichoso el hombre que teme al Señor | Alef |
Y tiene en sus mandatos sus contentos. | Bet |
Pujante en el país es su linaje, | Guimel |
Pues la estirpe del justo es bendecida. | Dalet |
En su casa hay riqueza y abundancia, | He |
Y su prosperidad subsiste para siempre. | Vau |
Es una luz para el justo en las tinieblas,” | Zain |
Salmo 118, 1-56. | |
“Dichosos los que, sin mancha en su conducta, | Alef |
La ley del Señor toman por guía; | |
Dichosos quienes observan sus avisos | |
Y lo buscan con todo el corazón, | |
Que no incurren en maldad | |
Y se guían por sus sendas. | |
Tú diste tus mandatos | |
A fin de que se cumplan con esmero: | |
Ojala que mis pasos sean firmes | |
En la guarda de tus leyes. | |
No quedare entonces defraudado | |
Por seguir tus dictados; | |
Con recto corazón te alabare, | |
Al aprender tus justas decisiones. | |
Tus mandatos yo, cierto, he de cumplirlos: | |
No me dejes por nada en abandono. | |
¿Cómo podrá un joven seguir el buen camino? | Bet |
Cumpliendo tu palabra. | |
Yo te busco con todo el corazón: | |
No permitas que me desvíe de tus mandatos; | |
En mi interior escondo tus palabras, | |
A fin de no pecar en tu presencia. | |
Bendito seas Señor, | |
Enséname tus leyes. | |
Con mis labios yo anuncio | |
Las decisiones todas de tu boca. | |
En seguir tus avisos tengo gozo, | |
Más que en toda riqueza. | |
Tus preceptos yo quiero meditarlos | |
Y fijarme en tus senderos. | |
En tus leyes me complazco: | |
Jamás me olvidare de tu palabra. | |
Haz merced a tu siervo: | Guimel |
Que yo viva y guarde tu palabra. | |
Destápame los ojos y que vea | |
Los misterios de tu ley. | |
Yo soy un peregrino por el mundo: | |
No me ocultes tus preceptos. | |
Mi alma se deshace de nostalgia | |
Hacia tus decisiones, de continuo. | |
Tú lanzas maldición a los soberbios | |
Que abandonan tus leyes. | |
Ahórrame el oprobio y la deshonra: | |
Yo observo tus avisos. | |
Aunque se unan los grandes y tramen contra mí, | |
Meditara tu siervo tus mandatos: | |
Yo tengo en tus avisos mis delicias, | |
Y ellos son mis consejeros. | |
Mi alma está tocando con el polvo: | Dalet |
Dame vida conforme a tu palabra. | |
Yo describo mi camino y tú me atiendes: | |
Adoctríname en tus instituciones; | |
Introdúceme al curso de tus leyes, | |
Que yo pueda rumiar tus maravillas. | |
Mi alma es toda llanto de pesar: | |
Susténtame, conforme a tu palabra. | |
Ahórrame las sendas mentirosas | |
Y hazme la gracia de tu ley. | |
Yo he elegido la senda de verdad | |
Y hago mío tus juicios; | |
Yo me apego a tu enseñanza: | |
No permitas, Señor, que me avergüence. | |
Correré por los caminos de tu ley, | |
Pues tú ensanchas mis entrañas. | |
Instrúyeme, Señor, en tus mandatos, | He |
Y yo los guardare hasta el final. | |
Dame saber y observare tu ley, | |
La guardare de todo corazón. | |
Encáuzame por la senda de tus leyes, | |
Que en ella me complazco. | |
Pon en mi inclinación a tus avisos | |
Y no a mi provecho. | |
Desvía mi mirada de lo vano | |
Y haz que viva en tus caminos. | |
Haz real en tu siervo la palabra | |
Que lleva a tu temor. | |
Aparta de mí el oprobio del recelo, | |
Pues tus decisiones son amables. | |
Mira mi amor a tus mandatos | |
Y hazme vivir en tu justicia. | |
Venga a mí, Señor, tu gracia | Vau |
Tu socorro conforme a tu promesa, | |
Y podre yo responder al que me insulta | |
Que fio en tu palabra. | |
No arranques de mi boca la palabra de verdad: | |
Yo confío en tus decretos, | |
Y he de guardar tu ley | |
Por siempre, eternamente. | |
Podre andar en la holgura, | |
Pues busco tus mandatos; | |
Podre hablar ante los reyes de tus revelaciones, | |
Sin tener que azararme. | |
Yo me complazco en tus preceptos | |
Y les tengo afección. | |
Bendigo tus prescripciones, que yo amo, | |
Y medito tus leyes. | |
Ten presente a tu siervo la promesa | Zain |
En que me has hecho que esperara. | |
En mis pesares tengo yo este consuelo: | |
Que tu palabra me da vida. | |
Los soberbios me toman a irrisión | |
Más de tu ley no me desvío; | |
Recuerdo tu juicio de otro tiempo, | |
Señor, y me consuelo. | |
Soy pasto del furor de los impíos | |
Que abandonan tu ley. | |
Tus preceptos me son como cantares | |
En la casa en que habito. | |
En la noche, Señor, me acuerdo de tu Nombre | |
Y hago guardia a tu ley. | |
Cuanto tengo está aquí: | |
Guardar tus mandamientos.” |
martes, 14 de noviembre de 2017
Vau
NOMBRE DE LETRA
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#
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DESCRIPCION
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SIGNIFICADO
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6
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Vau
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6
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Estaca de Carpa
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Aumentar/Asegurar/Ayudar
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Salmo 9, 1-11. | |
“Yo te alabo, Señor, con todo el corazón, | Alef |
Refiriendo tus numerosas maravillas. | |
En ti gozo y exulto | |
Y canto salmos a tu Nombre, Altísimo. | |
Cuando mis enemigos retroceden, | Bet |
Tropiezan y perecen ante tu presencia, | |
Pues tú llevas mi causa y mi litigio, | |
Sentado en tu tribunal de justo juez. | |
“Tu repruebas a los pueblos, extirpas al impío | Guimel |
Y borras sus nombres para siempre: | |
Perece el enemigo en ruina sempiterna, | |
Arrasas sus ciudades, se pierde su recuerdo. | |
Pero el Señor se sienta para siempre, | He |
Apresta el tribunal para el juicio. | |
Gobierna el orbe con justicia | |
Y juzga las naciones rectamente. | |
El Señor es el torreón del oprimido, | Vau |
Su refugio en los momentos del aprieto. | |
En ti esperan los que saben de tu Nombre, | |
Pues tú no abandonas, Señor, al que te busca.” | |
Salmo 33, 1-6. | |
“Bendeciré al Señor en todo tiempo, | Alef |
Sus alabanzas siempre en mi boca. | |
Mi alma se gloria en el Señor | Bet |
Y, al oírlo, se alegran los humildes. | |
Alabad conmigo al Señor, | Guimel |
Ensalcemos al unísono su Nombre. | |
Cuando busco al Señor, Él me responde | Dalet |
Y me libra de todos mis terrores. | |
Poned en Él los ojos, estad radiantes | He |
Y no tengáis los rostros
abatidos.” |
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Salmo 36, 1-10. | |
“No te enojes por causa del impío | Alef |
Ni envidies al autor de iniquidad, | |
Pues presto como el heno languidecen | |
Como la hierba verde se marchitan. | |
Confía en el Señor y obra bien: | Bet |
Moraras en el país | |
Y de tu fidelidad tendrás contento. | |
Deja al Señor tus suertes, | Guimel |
Y abandónate a Él, que Él obrara. | |
El pondrá en plena luz tu causa justa | Dalet |
Y en claror de mediodía, tus derechos. | |
Apacigua tu ira y no te enfades | He |
Ni te enojes, quizá para hacer mal. | |
Serán abatidos los malvados | |
Y el que espera en el Señor tendrá al país. | |
Un poco, y el impío ya no existe; | Vau |
Si oteas sus parajes, ya no está. | |
Los humildes, en cambio, heredan el país | |
Y gozan de todo bien.” |
|
Salmo 110, 1-3. | |
“Aleluya. | |
Alabare al Señor con todo el corazón, | Alef |
En el consejo de los justos | Bet |
Y en la plena asamblea. | |
Grandiosas son las obras del Señor, | Guimel |
Meditadas por todos | Dalet |
Cuantos tienen en ella sus contentos. | |
Su obrar es majestuoso y esplendente, | He |
Su justicia permanece por los siglos.” | Vau |
Salmo 111, 1-3. | |
“Aleluya. | |
Dichoso el hombre que teme al Señor | Alef |
Y tiene en sus mandatos sus contentos. | Bet |
Pujante en el país es su linaje, | Guimel |
Pues la estirpe del justo es bendecida. | Dalet |
En su casa hay riqueza y abundancia, | He |
Y su prosperidad subsiste para siempre.” | Vau |
Salmo 118, 1-48. | |
“Dichosos los que, sin mancha en su conducta, | Alef |
La ley del Señor toman por guía; | |
Dichosos quienes observan sus avisos | |
Y lo buscan con todo el corazón, | |
Que no incurren en maldad | |
Y se guían por sus sendas. | |
Tú diste tus mandatos | |
A fin de que se cumplan con esmero: | |
Ojala que mis pasos sean firmes | |
En la guarda de tus leyes. | |
No quedare entonces defraudado | |
Por seguir tus dictados; | |
Con recto corazón te alabare, | |
Al aprender tus justas decisiones. | |
Tus mandatos yo, cierto, he de cumplirlos: | |
No me dejes por nada en abandono. | |
¿Cómo podrá un joven seguir el buen camino? | Bet |
Cumpliendo tu palabra. | |
Yo te busco con todo el corazón: | |
No permitas que me desvíe de tus mandatos; | |
En mi interior escondo tus palabras, | |
A fin de no pecar en tu presencia. | |
Bendito seas Señor, | |
Enséname tus leyes. | |
Con mis labios yo anuncio | |
Las decisiones todas de tu boca. | |
En seguir tus avisos tengo gozo, | |
Más que en toda riqueza. | |
Tus preceptos yo quiero meditarlos | |
Y fijarme en tus senderos. | |
En tus leyes me complazco: | |
Jamás me olvidare de tu palabra. | |
Haz merced a tu siervo: | Guimel |
Que yo viva y guarde tu palabra. | |
Destápame los ojos y que vea | |
Los misterios de tu ley. | |
Yo soy un peregrino por el mundo: | |
No me ocultes tus preceptos. | |
Mi alma se deshace de nostalgia | |
Hacia tus decisiones, de continuo. | |
Tú lanzas maldición a los soberbios | |
Que abandonan tus leyes. | |
Ahórrame el oprobio y la deshonra: | |
Yo observo tus avisos. | |
Aunque se unan los grandes y tramen contra mí, | |
Meditara tu siervo tus mandatos: | |
Yo tengo en tus avisos mis delicias, | |
Y ellos son mis consejeros. | |
Mi alma está tocando con el polvo: | Dalet |
Dame vida conforme a tu palabra. | |
Yo describo mi camino y tú me atiendes: | |
Adoctríname en tus instituciones; | |
Introdúceme al curso de tus leyes, | |
Que yo pueda rumiar tus maravillas. | |
Mi alma es toda llanto de pesar: | |
Susténtame, conforme a tu palabra. | |
Ahórrame las sendas mentirosas | |
Y hazme la gracia de tu ley. | |
Yo he elegido la senda de verdad | |
Y hago mío tus juicios; | |
Yo me apego a tu enseñanza: | |
No permitas, Señor, que me avergüence. | |
Correré por los caminos de tu ley, | |
Pues tú ensanchas mis entrañas. | |
Instrúyeme, Señor, en tus mandatos, | He |
Y yo los guardare hasta el final. | |
Dame saber y observare tu ley, | |
La guardare de todo corazón. | |
Encáuzame por la senda de tus leyes, | |
Que en ella me complazco. | |
Pon en mi inclinación a tus avisos | |
Y no a mi provecho. | |
Desvía mi mirada de lo vano | |
Y haz que viva en tus caminos. | |
Haz real en tu siervo la palabra | |
Que lleva a tu temor. | |
Aparta de mí el oprobio del recelo, | |
Pues tus decisiones son amables. | |
Mira mi amor a tus mandatos | |
Y hazme vivir en tu justicia. | |
Venga a mí, Señor, tu gracia | Vau |
Tu socorro conforme a tu promesa, | |
Y podre yo responder al que me insulta | |
Que fío en tu palabra. | |
No arranques de mi boca la palabra de verdad: | |
Yo confío en tus decretos, | |
Y he de guardar tu ley | |
Por siempre, eternamente. | |
Podre andar en la holgura, | |
Pues busco tus mandatos; | |
Podre hablar ante los reyes de tus revelaciones, | |
Sin tener que azararme. | |
Yo me complazco en tus preceptos | |
Y les tengo afección. | |
Bendigo tus prescripciones, que yo amo, | |
Y medito tus leyes.” |
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